Tendinitis del tendón tibial posterior

¿Qué es la tendinitis del tendón tibial posterior?

La tendinitis del tendón tibial posterior es una inflamación en un área de tejido conectivo del músculo en el músculo tibial posterior que conecta el músculo con el hueso. También se puede hablar de tendovaginitis, en la que también se inflama la cubierta protectora que envuelve el tendón.

El músculo tibial posterior forma parte de los músculos profundos de la parte inferior de la pierna y juega un papel importante en la extensión del tobillo, la supinación de la parte inferior del tobillo y en la estructura de los arcos longitudinales y transversales del pie.

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Síntomas concomitantes

Los signos de tendinitis son:

  • Dolor y tirones en el músculo y a lo largo del tendón.
  • Fuerza reducida
  • Pie plano
  • Fallo del músculo tibial posterior

Los primeros signos de tendinitis suelen ser dolor y tirones en el músculo y en el trayecto del tendón. El dolor suele empeorar con el ejercicio. El dolor generalmente se manifiesta como un dolor intenso por presión en el área de la inflamación. En el curso posterior de la enfermedad, también puede haber una reducción en la fuerza del pie y, en última instancia, conducir a un cambio en la posición del pie en forma de pie plano. La inflamación crónica puede desgarrar el tendón y provocar una insuficiencia tibial posterior aguda con un aplanamiento repentino del pie.

Otros síntomas dependen de la enfermedad subyacente. En el caso de una infección o como parte de una enfermedad inmunológica, a menudo hay fiebre, enrojecimiento e hinchazón en el área del tendón.

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tratamiento

El tratamiento más importante es detener el estrés ofensivo y dejarlo reposar durante algún tiempo. Si el dolor es agudo, el área se puede enfriar con una bolsa de hielo. No se debe reiniciar el ejercicio si todavía hay síntomas. Si el dolor persiste, puede ser útil tomar analgésicos y medicamentos antiinflamatorios (AINE), como ibuprofeno o diclofenaco.Si el dolor es intenso, el médico también puede administrarle una inyección de cortisona en el área del tendón.

La fisioterapia también puede ayudar a acelerar el proceso de curación. Los tratamientos con ejercicios y los planes de entrenamiento alternativos se pueden elaborar con el terapeuta.

Las plantillas de zapatos (ortesis) y los vendajes pueden resultar útiles, en particular para reducir cargas incorrectas. Además, la terapia de ondas de choque o el uso de kinesiotape pueden mejorar.

Si todas estas medidas no mejoran en unas pocas semanas, el endurecimiento del tobillo con la ayuda de yeso o férulas puede ser apropiado para lograr un alivio completo del tendón.

La terapia quirúrgica suele ser necesaria si el tendón se rompe.

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Tiempo de recuperación

La duración de la tendinitis depende de la causa subyacente. En el caso de una inflamación aguda causada por un estrés excesivo, la inmovilización y el enfriamiento a corto plazo pueden llevar a la curación en unos pocos días. Sin embargo, es importante que no comience de nuevo directamente al 100%, sino que vuelva a acercarse lentamente a la carga original.

La inflamación crónica debida a una infección o una reacción inmunológica puede tardar de varias semanas a meses en curarse. También pueden ocurrir intervalos sin dolor o sin inflamación. Si aún no hay mejoría después de varios meses, se puede realizar un tratamiento quirúrgico. Sin embargo, esto implica la inmovilización y el entrenamiento posterior de acumulación durante varios meses.

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pronóstico

En el caso de una inflamación aguda del tendón, después de un descanso y enfriamiento suficientes, puede ocurrir una curación completa sin consecuencias en poco tiempo.

Sin embargo, si se trata de una inflamación crónica recurrente, los síntomas pueden persistir durante meses o años, por lo que cargas cada vez más pequeñas pueden provocar dolor. Quizás debería elaborarse un entrenamiento alternativo o debería practicarse otro deporte. El estrés adicional en un tendón con inflamación crónica puede desgarrarlo, lo que a su vez conduce a un proceso de curación más prolongado. Además, una pérdida de función del músculo tibial posterior puede provocar un pie plano.

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Causas de la tendinitis

La tendinitis en la zona del tendón tibial posterior puede tener varias causas:

  • sobrecarga constante
  • Debilidad del músculo tibial posterior
  • reacciones inmunologicas
  • Lesión en la pierna
  • Infecciones bacterianas o virales

El más común es el desgaste de los tendones causado por una sobrecarga constante. No es infrecuente y se presenta principalmente en mujeres de mediana edad y atletas jóvenes, especialmente corredoras. Puede producirse inflamación, especialmente cuando la pantorrilla está sometida a un estrés prolongado, por ejemplo, al correr cuesta arriba o durante un maratón. Otras causas pueden incluir el sobrepeso y el estrés incorrecto prolongado, por ejemplo, usar zapatillas para correr viejas o malas o correr en terreno duro ser.

En enfermedades como el pie plano, en el que el músculo tibial posterior se debilita, el pie puede someterse a una tensión incorrecta y, como resultado, tendinitis.

Además, las reacciones inmunológicas también pueden ser causa de tendinitis. Enfermedades como la artritis reumatoide o la gota están asociadas con la inflamación de los tendones, músculos y articulaciones. A menudo provocan dolor e hinchazón duraderos en el área muscular.

Finalmente, la tendinitis también puede ser el resultado de una lesión en la pierna, por ejemplo, una rotura de tendón o huesos rotos.

Las infecciones bacterianas o virales son solo la causa en casos raros.

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diagnóstico

La tendinitis generalmente se diagnostica en base a un historial médico y un examen físico realizado por un médico. Mientras tanto, el médico realizará algunas pruebas de función en el músculo y examinará el área del tendón en busca de enrojecimiento, hinchazón, sobrecalentamiento o sensibilidad al tacto.

Un ejemplo de una prueba funcional de este tipo es, por ejemplo, la prueba isométrica, en la que el médico tira del pie ligeramente hacia abajo mientras el paciente tira de él hacia arriba, hacia afuera o hacia adentro. Si el tendón tibial posterior se inflama, esto provoca dolor en la pantorrilla. Ponerse de puntillas también puede causar dolor.

Por lo general, un examen físico es suficiente para sospechar tendinitis, pero en algunos casos pueden ser necesarias pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico. Como parte de una muestra de sangre, se pueden detectar parámetros de inflamación en la sangre. Las imágenes por resonancia magnética (IRM) o la ecografía también pueden ayudar.