Fístula en el ombligo

¿Qué es una fístula en el ombligo?

Una fístula es un conducto que no existe de forma natural entre un órgano hueco como el intestino y otro órgano hueco o la superficie del cuerpo, por ejemplo, en el ombligo.
La fístula es un tubo delgado que está revestido con células superficiales (epitelio). Si el origen de la fístula está en los intestinos, las heces pueden salir por él. La fístula también puede inflamarse y provocar la formación de pus. Una fístula en el intestino debe examinarse cuidadosamente y, si es necesario, extirparse mediante cirugía. Además, conviene investigar cuál es la causa de la fístula.

causas

Las causas que conducen a la formación de una fístula son en la mayoría de los casos procesos inflamatorios o las consecuencias del daño tisular.
Por ejemplo, en el caso de una inflamación purulenta encapsulada (absceso), se puede desarrollar una fístula en un órgano hueco como el intestino o en la superficie del cuerpo como el ombligo. De esta manera, el cuerpo intenta eliminar el pus del foco de inflamación.

La enfermedad inflamatoria intestinal crónica La enfermedad de Crohn es otra posible causa de fístulas, que pueden originarse en cualquier parte del intestino y crecer hacia el ombligo, la vejiga o la vagina, entre otras cosas. Además, una operación en el intestino puede conducir al desarrollo de una fístula en el ombligo.

Además, también existen fístulas congénitas como la fístula uraqueal, en la que se mantiene una conexión entre la vejiga y el ombligo por falta de cierre, por donde puede salir la orina.

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diagnóstico

Para diagnosticar una fístula en el ombligo, lo primero que es importante es un examen físico y una entrevista médica (anamnesis).
Si hay una fuga de heces del ombligo, es indicativo de un diagnóstico de fístula que se origina en el intestino. Sin embargo, la inflamación purulenta por sí sola no tiene por qué ser causada necesariamente por una fístula. Si se sospecha que puede haber una fístula en el ombligo, el médico puede intentar localizar la abertura de la fístula con una pequeña sonda.

Otra forma de hacer el diagnóstico es mediante imágenes. Para ello, se puede inyectar un agente de contraste en la abertura de la fístula y luego se puede tomar una imagen mediante tomografía computarizada. Esto permite reconocer el tamaño y la extensión de la fístula al mismo tiempo, lo cual es importante para la extirpación quirúrgica.

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Complicaciones

Fístula en la vejiga

En los recién nacidos puede haber una fístula en el ombligo que emerge de la vejiga.
Durante el desarrollo del niño en el útero, existe una conexión temporal entre la vejiga del niño y el ombligo (uraco). Sin embargo, esto generalmente retrocede y se cierra. Sin embargo, en el caso de un desarrollo anormal, la marcha puede persistir (fístula de uraco), que se manifiesta en el hecho de que la orina sale del ombligo del niño. En tal caso, la fístula debe eliminarse rápidamente mediante un pequeño procedimiento quirúrgico, de lo contrario existe el riesgo de una inflamación grave del tracto urinario y los riñones.
En los adultos, las fístulas de la vejiga suelen comenzar en los intestinos. Como resultado, las heces y las bacterias intestinales de los intestinos pueden ingresar a la vejiga y causar inflamación allí. Para detectar una fístula vejiga-intestinal en un caso sospechoso, se puede realizar una simple medida diagnóstica: en la llamada prueba de deglución de semillas de amapola, el paciente consume unos 100 gramos de semillas de amapola. Luego, la orina se recolecta y se tamiza. Si se encuentran semillas de amapola allí, se demuestra una conexión entre los intestinos y la vejiga.

Fístula en la vagina

Una fístula en el ombligo generalmente no comienza en la vagina.
Sin embargo, una fístula de los intestinos puede crecer hacia la vagina. Esto generalmente se expresa en el hecho de que las heces, que pasan del intestino a través de la fístula a la vagina, emergen de él. Además, las bacterias intestinales pueden provocar inflamación de la fístula o la vagina, que se expresa como una secreción purulenta y maloliente. En el caso de tales quejas, se debe consultar al ginecólogo de inmediato. En algunos casos, el médico puede ver la salida de la fístula a través del examen vaginal. También puede emitir un ingreso hospitalario para que se pueda visualizar la fístula mediante métodos de imagen y, si es necesario, realizar el tratamiento.

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terapia

En la mayoría de los casos, se requiere cirugía para tratar una fístula en el ombligo. No existe una forma alternativa de terapia que prometa el éxito. El objetivo del tratamiento es la eliminación completa del conducto de la fístula y el cierre de la vía de conexión no natural. Hay varios procedimientos quirúrgicos disponibles, cuya selección depende de la causa y los órganos involucrados.
A menudo, un solo procedimiento para tratar la fístula no es suficiente porque la fístula no se puede eliminar por completo o las fístulas se desarrollan nuevamente. Por lo tanto, un control de seguimiento es una parte importante del tratamiento de una fístula en el ombligo.

¿Puede una fístula curarse por sí sola?

Una fístula en el intestino generalmente no puede curarse por sí sola. Solo una inflamación aguda de la fístula puede, en el mejor de los casos, curarse sin terapia (a través del propio sistema de defensa del cuerpo).
Sin embargo, una fístula que se nota debido a síntomas como la inflamación, en la mayoría de los casos, debe ser extirpada quirúrgicamente, ya que puede inflamarse nuevamente en cualquier momento, lo que en el peor de los casos puede ser potencialmente mortal.

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pronóstico

Dependiendo de su ubicación y tamaño, una sola fístula en el ombligo puede tratarse bien mediante extirpación quirúrgica en muchos casos, por lo que el pronóstico es bueno. Esto depende particularmente de si todas las partes de la fístula se pueden extirpar durante el procedimiento.
Si la operación no pudo eliminar completamente la fístula, se puede desarrollar una nueva fístula a partir de las partes restantes.
El pronóstico también depende de la causa de la fístula en el ombligo. Las perspectivas de una fístula como resultado de una operación intestinal son mejores que las de una enfermedad en la que las fístulas pueden aparecer una y otra vez, como la enfermedad de Crohn, una enfermedad intestinal inflamatoria crónica.